lunes, 30 de diciembre de 2013

TEMA 8: LA IMAGEN COMO RECURSO VISUAL EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA.
BERGER, J. (2010) Modos de ver. Gustavo Gil, Barcelona,

Cuando salimos a la calle y damos un paseo encontramos innumerables imágenes publicitarias que, por un momento, iluminan nuestra imaginación y nos llama la atención.
La publicidad existe y es una herramienta para competir entre las firmas, pero  finalmente beneficia al público, los fabricantes y la economía nacional. No obstante también la publicidad está ligada a conceptos sobre la libertad de expresión. Es decir, la publicidad no solo se realiza para competir, sino también es una forma de expresión, se pone en práctica el lenguaje simbólico. La finalidad es transmitir un mensaje al consumidor.
El objetivo de la publicidad es el futuro comprador, al cual se le está intentando vender. No se centra en el producto en sí, sino en la sensación que obtendrás al adquirir dicho producto, puede ser felicidad, placer, confort, etc
En la publicidad actual  solemos visualizar muchas  obras artísticas del pasado, principalmente con dos fines; como signo de opulencia y de  sabiduría.
Desde siempre la publicidad ha comprendido la relación entre obras de artes y su espectador. Por eso la publicidad se asemeja al lenguaje de la pintura al óleo ya que transmiten mensajes similares. Por ejemplo, la similitud de los gestos de los maniquíes  y las figuras mitológicas.
La publicidad es la cultura de la sociedad capitalista. Hay varias razones por las que el lenguaje de la pintura al óleo sea similar al de las imágenes publicitarias, como por ejemplo, en el óleo se pintaban cosas reales, al igual que en la publicidad.
 En definitiva, la publicidad tiene referencias tradicionales, ya que si no las utilizara carecerían de credibilidad. Muchas veces esto se representa en un lenguaje visual de dimensiones históricas, ya que convierte las imágenes en sucesión de mitos.
Esto llevó a una innovación técnica para que fuera más fácil la traducción del lenguaje de la pintura al óleo. Esta técnica, se reduce a la fotografía en color. Esto hace que le cree al espectador una  la sensación de que el objeto, producto o cosa es real, y así que el piense que podría poseerlo.
Aunque el lenguaje de la publicidad sea muy similar al del óleo, su función es muy diferente. En el óleo se muestra lo que el dueño ve, lo real. En cambio, la publicidad quiere que el consumidor este infeliz con la vida que lleva, para pasar a una vida mejor comprando dicho producto.
La publicidad juega con el miedo del consumidor a no ser nada. El dinero hace que esto no sea posible, con lo cual para poder vivir es necesario gastar dinero.
El óleo representaba el presente, por el contrario la publicidad radica en un futuro, lo que será, lo que sentiré al comprarme un producto o cosa, etc.
¿Entonces cómo es posible que la publicidad siga siendo creíble?
Porque no se juzga por sus objetivos, sino porque crea una fantasía en el consumidor. Esto se crea a consecuencia de la fascinación, el cual es un concepto de la actualidad.
Esta fascinación la crea una envidia social, ya que cada individuo busca una felicidad. Vivimos en la incertidumbre de lo que somos y lo que queremos ser.


La publicidad tiene otra función social, sustituye la democracia. Esto hace que se oculten todos los problemas antidemocráticos de la sociedad y lo que pase en el resto del mundo.
La publicidad tiene su propio lenguaje para interpretar el mundo ya que promete a los consumidores una vida excelente.
Podemos encontrar una diferencia entre la interpretación de la publicidad y lo que realmente ocurre. Se ve muchas veces ilustrado en las revistas de la actualidad.
Los acontecimientos que son trágicos y reales no se representan en la publicidad. Esta solo los muestra si son extranjeros. Con esto podemos observar que la publicidad es un fenómeno político de mucha influencia.
Es cierto que estamos rodeados de imágenes, de anuncio publicitarios y que están influyen en nuestras acciones. La publicidad, prensa, radio, televisión y en general todos los medios de comunicación que nos rodean están inmersos en la publicidad y es inevitable percibirla, un ejemplo actual es la navidad, nos incitan indirectamente a comprar, a consumir. Tanto los educadores como los padres debemos inculcar al niño, una personalidad propia, para que de este modo no se deje influenciar por la publicidad en la que estamos inmersos y de esta manera que pueda elegir libremente su acción.




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