miércoles, 25 de diciembre de 2013

TEMA 3: PERCEPCIÓN, EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN



BERGER, J. (2010) MODOS DE VER. Gustavo Gil, Barcelona. CAPÍTULO 1.

            Las cosas no son más que lo que vemos, imágenes con las que nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Pero estas imágenes pueden no ser todo lo que creemos, es decir, pueden estar distorsionadas o darnos una falsa perspectiva de lo que estamos viendo. El niño mira y ve antes de hablar. Lo visible es el conjunto de imágenes que el ojo crea al mirar. La realidad se hace visible al ser percibida, puede permanecer iluminado u oculto, una vez aprendido forma parte de nuestra vida.
            Berger nos quiere dar a entender una serie de aspectos clave para poder ver y entender el arte. Se puede decir que pese a ciertas creencias, el arte no es algo que solamente pueda ser admirado por gente profesional o experta en la materia, sino que cualquier persona puede sacar su máxima esencia y disfrutar con ello. La vista llega antes que las palabras, es la que establece nuestro lugar en el mundo circundante, que más tarde explicamos con palabras, pero las palabras nunca pueden anular el hecho de que estamos rodeados por él. Nunca se ha establecido la relación entre lo que vemos y lo que sabemos. Sin embargo, el conocimiento nunca se adecua completamente a la visión. Lo que sabemos o lo que creemos afecta al modo en que vemos las cosas. Solamente vemos aquello que miramos y mirar es un acto voluntario, ya que nuestra visión está en continuo movimiento. Toda imagen encarna un modo de ver, pero también de nuestro modo de ver. La convención establecida por primera vez en el Renacimiento llamaban realidad a las apariencias. La perspectiva hace del ojo el centro del mundo visible.
            El comienzo del tema nos habla de los diferentes instrumentos de visión como la cámara de televisión, la cámara fotográfica,  etc... y cómo estos instrumentos han ayudado al hombre a que su vista llegue dónde nunca antes había llegado, a descubrir cosas y también a destruir otras.
Los instrumentos de visión anteriormente nombrados no permiten observar, contemplar, analizar, interpretar e interiorizar las obras de arte en su unidad ya que estos instrumentos distorsionan la forma de interpretar las obras de arte, segmentan su totalidad y varían el color, tamaño, luminosidad, etc...
podemos visualizar desde elementos microscópicos hasta imágenes ocurridas en el pasado.
            Por tanto, ante una obra artística (original, no en papel), debemos tomarnos nuestro tiempo y sentirla, captar lo que el autor quiere transmitirnos, tomarnos nuestro tiempo como si de culto estuviésemos ablando. Pues ver una obra de arte no es solamente mirar a la obra y que esta te mire a ti, sino entenderla.
            Ligado a los modos de ver las obras de arte está un tema que como docente y estudiante  me interesa , y es la relación que existe entre el arte y la educación.
En estudios realizados y publicados en la revista L'Amout de I'Art, son las personas con estudios superiores las que más visitan los museos de arte, siendo las personas sin estudios los que menos visitan estos lugares.
            Como futuros docentes deberemos enseñar a nuestros alumnos los diferentes modos de ver el arte y como contemplar las obras de arte independientemente del grado de estudios que tengan. Las obras de arte deben ser vistas como tales, en un contexto adecuado para contemplar e interiorizar la unidad de la obra y que las reproducciones fotográficas o grabadas sólo muestran una parte de ellas, distorsionando y destruyendo la unidad y originalidad de las obras de arte.


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