viernes, 20 de diciembre de 2013

TEMA 3: PERCEPCIÓN, EXPRESIÓN Y COMUNICACIÓN
BERGER, J. (2010) Modos de ver. Gustavo Gil, Barcelona. CAPÍTULO 1.

El texto de John Berge analiza como afecta la forma de ver o visualizar una imagen, un cuadro,  en la interpretación de la misma. La vista es la antesala de la palabra, pero nunca hemos pensado en la relación entre lo que vemos y lo que sabemos. Es decir, el conocimiento, la explicación de los hechos, nunca se adecúa, completamente a la percepción sensorial de la vista.
Realmente lo que vemos es un compendio de imágenes, que el ojo recrea al mirar y es real porque se hace visible al ser percibido. Es por esto, que el hombre se empecina en desarrollar instrumentos de visión más precisa para ampliar la visión. Gracias al avance de la fotografía, del cine, de la televisión, en definitiva de tecnología minuciosa y precisa, tenemos la capacidad de observar y percibir aquello más ínfimo e interpretarlo.
También la preconcepción de las cosas, es decir, lo que sabemos afecta directamente a la forma de ver. La percepción y significado de un hecho, puede variar en función del contexto o la época histórica en la que no encontremos. Por ejemplo, el significado de infierno, puede ser percibido de manera diferente ahora, que en la Edad Media.
El hombre en el día a día, está constantemente mirando, observando, y en continuo aprendizaje de las cosas y del mundo que le rodea, y llega un momento en el que el hombre es consciente, que si él mira y observa, los demás pueden vernos a nosotros mismos. La naturaleza recíproca de la visión es más importante, que las meras palabras. Por eso decimos,” más vale una imagen que mil palabras”.
Cualquier imagen, un cuadro, una fotografía, un dibujo de un niño, tiene implícito una forma de ver del autor. No obstante la percepción del receptor puede variar, a la del autor, en función de la forma de percibir la obra y nuestras ideas previas.
Las imágenes y los cuadros han ido evolucionando, igual que la historia. En un principio se hacían, para evocar algo ausente, posteriormente se entendía, que un cuadro era la reproducción de algo o alguien y que perduraría en el tiempo. Por este motivo es importante estudiar las épocas de la historia con material adicional de cuadros de autores, que representaban en sus obras la realidad, sin descuidar el estudio de las cualidades expresivas e imaginativas del cuadro, que nos despiertan sensaciones.
 Hoy en día, con la invención de la cámara fotográfica y video, posibilita que  lo que vemos se encuentre siempre ubicado en un contexto espacio- temporal, pero  caemos en la ruptura de  la unicidad de las imágenes,  otorgando la posibilidad de hacer  infinitas reproducciones de la misma.
 De esta forma  es posible que la imagen llegue hasta el espectador y no al contrario, pero al mismo tiempo se trastocó el concepto de originalidad de una imagen sustituyendo el significado por el material sobre el que se plasma ese significado.
 Esta materialización del concepto de original en una obra de arte hace posible que sea cuantificable, el valor de las obras de arte pasa a ser un mero precio de mercado.
La reproducción en masa es también responsable de que el significado de una obra de arte, pierda su sentido original, inmersa en distintos contextos, la obra adquiere diferentes significados. Esto beneficia y perjudica al mismo tiempo, por un lado le aporta flexibilidad y le da posibilidades de explotar todo su potencial, pero por otro lado la desintegra y deja de lado su sentido original
 La obra de arte permite dos formas de acercamiento, una vertiente más pura basada en los sentimientos y sensaciones que provoca, y otra visión academicista y técnica que se asienta sobre los presupuestos tradicionales y estáticos. Esta última es la que busca la discriminación del individuo a través de la obra de arte, y se aprovecha de los medios de reproducción para mantenerse en pié. La primera es la forma verdadera del arte. De este modo se coarta su libertad impidiendo el conocimiento de los testimonios de su historia y de su lugar dentro de ésta.
 En el caso del artista ocurre, que se le atribuyen a éste connotaciones ajenas a él y absolutamente subjetivas al crítico academicista. Su obra debe ser analizada desde ella misma y no a través de consideraciones personales, además en algunos casos podemos comprender la intención del autor gracias a las similitudes de su contexto histórico y social con el nuestro. El proceso de mistificación del artista así como de su obra entorpece la compresión de ambos aspectos y nos aleja rotundamente de ella.
En definitiva ¿qué podemos sacar de conclusión y aplicar en el aula de primaria?
Un cuadro es un libro de conocimiento. Una imagen expresa y comunica, da información, nos representa una realidad en el tiempo, nos transmite el estado de ánimo de los personajes, y tantas otras cosas. El autor de la obra nos quiere transmitir además de una perfección en la estética, unos sentimientos, ideas, una forma e sentir a través de los brochados de un lienzo
En el aula de Primaria, podemos trabajar el cuadro o imagen, como documento gráfico, utilizado para explicar una época de la historia, pero también debemos motivar y transmitir, que los alumnos perciban el sentido del cuadro a través de elementos del mismo, como la composición, la expresividad de lo rostros, que nos seducen  de tal forma, que podemos entrever la personalidad de los personajes. En definitiva la capacidad de percibir, lo que nos quiere transmitir el autor del cuadro  o de la imagen En definitiva manejar y entender el lenguaje pictórico.


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