TEMA 8: LA IMAGEN COMO RECURSO VISUAL EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA.
BERGER, J. (2010) Modos de ver. Gustavo Gil, Barcelona,
Cuando salimos a la calle y damos un paseo encontramos
innumerables imágenes publicitarias que, por un momento, iluminan nuestra
imaginación y nos llama la atención.
La publicidad existe y es una herramienta para
competir entre las firmas, pero finalmente beneficia al público, los
fabricantes y la economía nacional. No obstante también la publicidad está
ligada a conceptos sobre la libertad de expresión. Es decir, la publicidad no
solo se realiza para competir, sino también es una forma de expresión, se pone
en práctica el lenguaje simbólico. La finalidad es transmitir un mensaje al
consumidor.
El objetivo de la publicidad es el futuro
comprador, al cual se le está intentando vender. No se centra en el producto en
sí, sino en la sensación que obtendrás al adquirir dicho producto, puede ser
felicidad, placer, confort, etc
En la publicidad actual solemos visualizar muchas obras artísticas del pasado, principalmente
con dos fines; como signo de opulencia y de sabiduría.
Desde siempre la publicidad ha comprendido la
relación entre obras de artes y su espectador. Por eso la publicidad se asemeja
al lenguaje de la pintura al óleo ya que transmiten mensajes similares. Por
ejemplo, la similitud de los gestos de los maniquíes y las figuras mitológicas.
La publicidad es la cultura de la sociedad
capitalista. Hay varias razones por las que el lenguaje de la pintura al óleo
sea similar al de las imágenes publicitarias, como por ejemplo, en el óleo se
pintaban cosas reales, al igual que en la publicidad.
En
definitiva, la publicidad tiene referencias tradicionales, ya que si no las
utilizara carecerían de credibilidad. Muchas veces esto se representa en un
lenguaje visual de dimensiones históricas, ya que convierte las imágenes en
sucesión de mitos.
Esto llevó a una innovación técnica para que
fuera más fácil la traducción del lenguaje de la pintura al óleo. Esta técnica,
se reduce a la fotografía en color. Esto hace que le cree al espectador
una la sensación de que el objeto,
producto o cosa es real, y así que el piense que podría poseerlo.
Aunque el lenguaje de la publicidad sea muy
similar al del óleo, su función es muy diferente. En el óleo se muestra lo que
el dueño ve, lo real. En cambio, la publicidad quiere que el consumidor este
infeliz con la vida que lleva, para pasar a una vida mejor comprando dicho producto.
La publicidad juega con el miedo del consumidor
a no ser nada. El dinero hace que esto no sea posible, con lo cual para poder
vivir es necesario gastar dinero.
El óleo representaba el presente, por el
contrario la publicidad radica en un futuro, lo que será, lo que sentiré al
comprarme un producto o cosa, etc.
¿Entonces cómo es posible que la publicidad siga
siendo creíble?
Porque no se juzga por sus objetivos, sino
porque crea una fantasía en el consumidor. Esto se crea a consecuencia de la
fascinación, el cual es un concepto de la actualidad.
Esta fascinación la crea una envidia social, ya
que cada individuo busca una felicidad. Vivimos en la incertidumbre de lo que
somos y lo que queremos ser.
La publicidad tiene otra función social,
sustituye la democracia. Esto hace que se oculten todos los problemas
antidemocráticos de la sociedad y lo que pase en el resto del mundo.
La publicidad tiene su propio lenguaje para
interpretar el mundo ya que promete a los consumidores una vida excelente.
Podemos encontrar una diferencia entre la
interpretación de la publicidad y lo que realmente ocurre. Se ve muchas veces
ilustrado en las revistas de la actualidad.
Los acontecimientos que son trágicos y reales no
se representan en la publicidad. Esta solo los muestra si son extranjeros. Con
esto podemos observar que la publicidad es un fenómeno político de mucha
influencia.
Es cierto que estamos rodeados de imágenes, de
anuncio publicitarios y que están influyen en nuestras acciones. La publicidad,
prensa, radio, televisión y en general todos los medios de comunicación que nos
rodean están inmersos en la publicidad y es inevitable percibirla, un ejemplo
actual es la navidad, nos incitan indirectamente a comprar, a consumir. Tanto
los educadores como los padres debemos inculcar al niño, una personalidad
propia, para que de este modo no se deje influenciar por la publicidad en la
que estamos inmersos y de esta manera que pueda elegir libremente su acción.
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